·La encina cuenta con una serie de adaptaciones específicamente desarrolladas para este medio.
Durante los meses en los que predomina el calor del verano, la encina posee una serie de adaptaciones:
La superficie de la hoja de la encina es pequeña y se encuentra cubierta de productos céreos, que hacen que tenga una cutícula foliar con textura endurecida.Las capas, formadas por un tejido muy rico en lignia, hacen que se evapore menos el agua. Al mismo tiempo los estomas situados en el envés de la hoja y bien protegidos por la masa de pelos blanquecinos, permite una menor pérdida de agua.
Cabe destacar que el árbol cierra los estomas de la hoja cuando posee falta de agua.Así pues la encina posee unas hojas que prácticamente no son funcionales en condiciones desfavorables.
Con la llegada del verano, las encinas hacen la fotosíntesis durante las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde cuando el sol no aprieta demasiado.Posteriormente, cuando el sol está en pleno auge, los estomas se cierran y apenas se realiza actividad fotosintética. Las hojas no se disponen en posición horizontal para captar más luz solar, sino que muchas de ellas están situadas oblicuamente a la dirección de la luz para recibir menos radiación solar, todo lo contrario ocurre en las hojas de las especies caducifolias como los el haya o el castaño.
Estas características protegen, por lo tanto al árbol de la deshidratación en verano, cuando en el bosque mediterráneo hace mucho calor y el agua es poco abundante y al mismo tiempo protege a las hojas del frío en invierno.
En relación a los meses en los que predomina el frio, cabe destacar que aunque no deje caer las hojas en el otoño,consigue la misma finalidad que realiza un haya o un castaño que no presentan hojas en todo el año.La encina, aunque posea hojas durante el invierno, permanece inactiva durante esta estación, consiguiendo sobrevivir a los fríos invernales gracias a que las hojas hacen la función de “manta”.La inactividad se produce a partir de los 0 º C. Esta inactividad, junto con la presencia de las capas céreas y otras sustancias de su organismo le permiten resistir temperaturas muy por debajo de los 0º C.
La ventaja que ofrecen las hojas perennes de este tipo de árbol, respecto a las hojas caducas de árboles como las de las hayas por ejemplo, principalmente es que tienen una mayor variedad de nutrientes.El haya necesita renovar todo su follaje todo el año, y esto en el caso de las encinas sería un trabajo considerable, ya que es un árbol que necesita muchos recursos a su alcance para conseguir renovar su follaje.
Estas son las razones por las cuales las hojas de climas mediterráneos esclerófilos, como la encina suelen tener las hojas pequeñas, mientras que en climas más fríos suelen ser más grandes y caducas.Las hojas pequeñas y perennes, son la adaptación a un clima con fuertes radiaciones solares, para economizar agua y para no tener que sufrir tanto a la hora de renovar las hojas al llegar la primavera.
Por Gonzalo Caballero
Adaptaciones del sistema radical:
Las raíces son los órganos encargados de la obtención de recursos del suelo, agua e iones disueltos, y de anclaje. Otras funciones son la de almacenamiento, síntesis de los reguladores de crecimiento, propagación y dispersión. La profundidad de las raíces es muy importante en su supervivencia a la hora de cumplir sus funciones. Por eso, muchos árboles tienen mayor superficie de raíz que de copa. Las encinas, durante los primeros años de su vida, crecen más hacia abajo que hacia arriba.
Tiene una gran plasticidad en la raíz principal formada por un único material en la plantas jóvenes de ambientes secos, pero pierde este carácter cuando el árbol es adulto en ambientes cálidos.Por Gonzalo Caballero
Me parece una información muy interesante y muy útil y me ha ayudado a entender una cosa de un proyecto muy importante del colegio
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